Resumen: Los lugares estrechos de las viejas ciudades de Cisjordania, donde viven vendedores ambulantes, palestinos desplazados por la guerra que creó Israel en 1948. Durante mucho tiempo el símbolo del clamor de los refugiados a regresar a casa ha sido una lucha constante. Mahmoud Subuh, psicóloga en Balata, donde la población de 28.000 viven en lugares muy pequeños el mayor de sus sueños es volver a sus casas antiguas. Después de 65 años como fuente de ira sostener la lucha, los campamentos se han disipado en guetos urbanos miserables. La ONU, que ha dirigido los campamentos durante todos esos años, está cansada del trabajo. Callejones de Balata están cubiertos en la inmundicia, existía un programa efectivo, pero termino, casi la mitad de los adultos de edad laboral no tienen empleo y las aulas para los niños se encuentran en un espacio muy reducido por tanto hay deserción escolar.

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