Resumen: Después de numerosas presiones de grupos de opinión, la reforma conocía en Colombia con el nombre de “Apertura democrática”, logró cambiar el panorama e instaurar una descentralización del poder comprendiendo tres características esenciales, política, fiscal y administrativa. Es así como el proceso colombiano de cambio institucional encuentra su punto culminante en la Constitución Política de 1991, obra de una Asamblea Nacional Constituyente convocada en los comicios del 9 de diciembre de 1990, en materia de descentralización y organización territorial. De este modo la ley orgánica de ordenamiento territorial, LOOT, para el gobierno representa un compromiso con todas las regiones de Colombia, inspirada en un enfoque social y de planificación, y que en términos económicos tiene un costo cero; mediante el régimen departamental se busca llenar vacíos detectados en relación con las funciones de la entidad, los gobernadores y los diputados y el régimen municipal contiene las normas tendientes a modernizar la organización y el funcionamiento de los municipios.