Sobre la Paz Pública = On public peace

Por: Tipo de material: ArtículoIdioma: Español Descripción: pp. 23-56Tema(s): En: Co-herencia - Vol.14 No.26 (ene.-jun. 2017)Resumen: En su célebre viaje a las mansiones celestes, encontró Mahoma en el sétimo cielo “compuesto todo de clarísima luz, un ánjel de setenta mil cabezas; cada cabeza tenía otras tantas bocas, cada boca setenta mil lenguas, i cada lengua hablaba setenta mil idiomas con que alababa las glorias del Señor.” ¿Por qué no existe en el Mundo de Colon un políglota semejante que dia i noche pregone las alabanzas i las glorias de la paz? Podrá observárseme que este vocero celestial seria innecesario, no habiendo hoi en el Nuevo Mundo quien no conozca la necesidad i las ventajas de la paz. Tal observacion careceria desde luego de fuerza. Que el ánjel de la paz pudiera en nuestras Repúblicas predicar en un desierto, se concibe; pero que su voz no fuese necesaria en ellas, puede al ménos ponerse en duda. Los hispano-americanos, en teoría todos somos partidarios de la paz; pero en la práctica, es lo cierto que la paz desaparece frecuentemen te, sin saberse cómo, de entre las manos de sus amigos entusiastas.
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Valoración
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
No hay ítems correspondientes a este registro

En su célebre viaje a las mansiones celestes, encontró Mahoma en el sétimo cielo “compuesto todo de clarísima luz, un ánjel de setenta mil cabezas; cada cabeza tenía otras tantas bocas, cada boca setenta mil lenguas, i cada lengua hablaba setenta mil idiomas con que alababa las glorias del Señor.” ¿Por qué no existe en el Mundo de Colon un políglota semejante que dia i noche pregone las alabanzas i las glorias de la paz? Podrá observárseme que este vocero celestial seria innecesario, no habiendo hoi en el Nuevo Mundo quien no conozca la necesidad i las ventajas de la paz. Tal observacion careceria desde luego de fuerza. Que el ánjel de la paz pudiera en nuestras Repúblicas predicar en un desierto, se concibe; pero que su voz no fuese necesaria en ellas, puede al ménos ponerse en duda. Los hispano-americanos, en teoría todos somos partidarios de la paz; pero en la práctica, es lo cierto que la paz desaparece frecuentemen te, sin saberse cómo, de entre las manos de sus amigos entusiastas.

No hay comentarios en este titulo.

para colocar un comentario.
Enlaces de Interés