Resumen: Durante muchos meses Guido Mantega, Ministro de Finanzas de Brasil, ha pronosticado que la economía está al borde de un crecimiento vigoroso; aún así las cifras del tercer trimestre publicadas el 30 de noviembre fueron aterradoras. El gobierno había convencido a economistas independientes que una moneda más débil, tasas de interés más bajas y una reducción en el impuesto sobre las ventas de automóviles y electrodomésticos impulsaría una sana expansión de 1.2% en comparación con el trimestre anterior. En el evento, la cifra fue de sólo 0,6% El Instituto Nacional de Estadística también recortó su estimación de crecimiento del segundo trimestre, de 0,4% a 0,2%. El número fue decepcionante, admitió Mantega, pero la recuperación, insistió, que esta será una estrategia para el crecimiento económico.

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