Resumen: El Islam y la inmigración han estado fuera de discurso político de Dinamarca ya que el gobierno de centro-izquierda a cargo de Helle Thorning-Schmidt llegó al poder hace dos años y desmanteló el Ministerio para los refugiados y los inmigrantes. Ahora son noticia, porque la primera mezquita especialmente diseñada para situaciones grandes del país está a punto de abrir sus puertas. Musulmanes de Dinamarca han intentado durante años tener un lugar apropiado para adorar, pero los intentos previos han fallado generando así frustraciones. Pero pronto comenzó a aparecer peleas entre las sectas islámicas, radicalización, influencia extranjera y vandalismo incluso local. Carl Christian Ebbesen del partido del pueblo danés populista (DPP), dijo que estaba mal permitir la construcción de un "símbolo de una religión que no reconoce la democracia y el derecho a la libertad de la mujer".

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