Resumen: Los líderes de China parecen en público ser una ofensiva permanente hacia las empresas extranjeras. Jefes de multinacionales, a su vez, tienden a pensar a largo plazo en el partido comunista, convirtiéndose este tema para algunos empresarios en una preocupación en cuanto a las políticas de gobierno. El 11 de septiembre, el primer ministro, Li Keqiang, dio la bienvenida a inversionistas extranjeros con un foro en la nororiental ciudad de Dalian, prometiendo que su nuevo gobierno impondría una amplia gama de reformas económicas pro-mercado. Dijo que debería asegurarse de que todas las empresas tengan igual acceso a los mercados y protección legal. La reforma y la innovación proporcionan una inagotable fuerza impulsadora señalando como ejemplo a la zona de libre comercio piloto en Shanghái.

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