Resumen: El 3 de diciembre, el juez Steven Rhodes decidió que la ciudad de Detroit es elegible para la protección de sus acreedores. Esto despeja el camino para la bancarrota municipal más grande en la historia estadounidense. La ciudad lleva más de 18 billones en deudas, y el juez comentó que pensaba que debería haber declarado en bancarrota hace años. El juicio es una buena noticia para Detroit, que ahora puede planear un escape ordenado de gran parte de su deuda. Es un golpe, sin embargo, para la ciudad más de 100.000 acreedores, incluidos fondos de pensiones y los jubilados. Los sindicatos habían discutido contra la quiebra, argumentando que las pensiones de los empleados estatales estaban protegidas por la Constitución de Illinois.

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