Resumen: Hace cuatro años Sergei Magnitsky murió en la cárcel por agresión y malos tratos, por haber descubierto un fraude de 230 millones contra el estado ruso. Su cliente Bill Browder, un financiero con sede en Londres, ha estado haciendo campaña para castigar a los responsables con las prohibiciones de visa y congelación de activos. Sin embargo, las autoridades rusas han tomado represalias y están tratando de extraditarlo por cargos de fraude, uso de Interpol, el organismo de cooperación policial mundial. Ningún país occidental suele enviar a Browder a Moscú. Sin embargo, sus planes de viaje son bloqueados por el riesgo de detención. Tuvo que cancelar una visita a Suecia el mes pasado para hablar con una Comisión parlamentaria. Sólo después de semanas de cabildeo para quitar la policía Browder de su base de datos. Alemania, Francia y Gran Bretaña han rechazado también públicamente la petición de Rusia.

0