Buttonwood : the battle of detroit
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ArtículoDescripción: pp.72Tema(s):
En: The Economist - Vol.410 No.8876Resumen: Resumen: Era inevitable que los derechos de los acreedores y los pensionistas entraran en conflicto, especialmente en los lugares que sufren fuertes deudas, lento crecimiento y envejecimiento de la población. Hay que reconocer que Detroit, donde un plan de bancarrota propone profundos cortes a la riqueza de los de beneficiarios de bonos y los jubilados, es un ejemplo extremo. Pero apuntan a trazar las líneas de batalla futura. La ciudad, que se declaró en bancarrota el año pasado, tiene un estimado de 18 billones de la deuda y ha visto su población caer por más de la mitad desde 1950. Los trabajadores jubilados enfrentarán a una reducción del 34%bn inmediata de sus ingresos, aunque la policía y los bomberos sólo sufrirá un golpe con el 10%. Esto se hará efectivo si se llega a un acuerdo donde a los acreedores de bonos se le garantizará su totalidad pero los acreedores quirografarios conseguirán sólo 20 centavos de dólar. No parece razonable que los trabajadores jubilados deban ser tratados más generosamente en la quiebra que los beneficiarios de bonos no garantizados.
Resumen: Era inevitable que los derechos de los acreedores y los pensionistas entraran en conflicto, especialmente en los lugares que sufren fuertes deudas, lento crecimiento y envejecimiento de la población. Hay que reconocer que Detroit, donde un plan de bancarrota propone profundos cortes a la riqueza de los de beneficiarios de bonos y los jubilados, es un ejemplo extremo. Pero apuntan a trazar las líneas de batalla futura. La ciudad, que se declaró en bancarrota el año pasado, tiene un estimado de 18 billones de la deuda y ha visto su población caer por más de la mitad desde 1950. Los trabajadores jubilados enfrentarán a una reducción del 34%bn inmediata de sus ingresos, aunque la policía y los bomberos sólo sufrirá un golpe con el 10%. Esto se hará efectivo si se llega a un acuerdo donde a los acreedores de bonos se le garantizará su totalidad pero los acreedores quirografarios conseguirán sólo 20 centavos de dólar. No parece razonable que los trabajadores jubilados deban ser tratados más generosamente en la quiebra que los beneficiarios de bonos no garantizados.
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