Resumen: En la campaña electoral en 2008 Barack Obama se encontró con Joe Wurzelbacher. Explicando la lógica de una propuesta para aumentar los impuestos a los ricos, Obama manifestó que la riqueza, es buena para todos. Esto pronto sería un pilar de ataque, logrando desestabilizar la campaña de Obama. Pero el desacuerdo entre Joe y Obama genera cuestionamientos sobre si ¿hay un equilibrio entre crecimiento económico y la redistribución? Algunas veces la desigualdad es necesaria para impulsar el crecimiento, según algunos economistas. Sin la zanahoria de grandes recompensas financieras, innovación y emprendimiento sería un riesgo alto. En 1975 Arthur Okun, economista estadounidense, sostuvo que las sociedades no pueden tener igualdad perfecta y perfección eficiente, deben elegir cuanto sacrificarse por el otro. Mientras que la mayoría de los economistas continúan manteniendo ese punto de vista, el reciente aumento de la desigualdad ha impulsado una nueva mirada sobre sus costes económicos. La desigualdad podría afectar el crecimiento si aquellos con bajos ingresos sufren problemas de salud y una baja productividad como resultado.