Banyan : America ́s balancing act
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ArtículoDescripción: pp.38Tema(s):
En: The Economist - Vol.411 No.8883Resumen: Resumen: Un eje estratégico o reequilibrio hacia Asia y el Pacífico es fundamental para la política exterior estadounidense bajo Barack Obama. Así que es más vergonzoso que el Presidente tenga que cancelar viajes a la región a corto plazo, más recientemente en octubre pasado, cuando el cierre parcial de su administración le obligó a retirarse de dos cumbres regionales. Esto le da mayor relevancia a su gira por Japón, Corea del sur, Malasia y las Filipinas desde el 22 de abril. Es la oportunidad para reafirmar el compromiso militar y económico de las Américas a tres aliados de Tratado, un socio estratégico prospectivo (Malasia) y a la región como un todo, como lucha con las consecuencias de la subida rápida de China. Esa confianza es necesario más después Américas fracaso para intervenir en Siria y, especialmente, su incapacidad para contener el expansionismo ruso en Ucrania. Ambos episodios alimentan una percepción baja estadounidense por mantener la paz y de una decreciente capacidad para hacerlo. Países como Japón y Filipinas, frente a un chino asertivo acercándose al disputado territorio, están naturalmente preocupados. En teoría, las circunstancias son tan diferentes que aliados asiáticos de las Américas deberían no tener una causa de preocupación. A diferencia de la oposición de Siria y Ucrania, los japoneses y los filipinos tienen tratados de seguridad mutua con Estados Unidos.
Resumen: Un eje estratégico o reequilibrio hacia Asia y el Pacífico es fundamental para la política exterior estadounidense bajo Barack Obama. Así que es más vergonzoso que el Presidente tenga que cancelar viajes a la región a corto plazo, más recientemente en octubre pasado, cuando el cierre parcial de su administración le obligó a retirarse de dos cumbres regionales. Esto le da mayor relevancia a su gira por Japón, Corea del sur, Malasia y las Filipinas desde el 22 de abril. Es la oportunidad para reafirmar el compromiso militar y económico de las Américas a tres aliados de Tratado, un socio estratégico prospectivo (Malasia) y a la región como un todo, como lucha con las consecuencias de la subida rápida de China. Esa confianza es necesario más después Américas fracaso para intervenir en Siria y, especialmente, su incapacidad para contener el expansionismo ruso en Ucrania. Ambos episodios alimentan una percepción baja estadounidense por mantener la paz y de una decreciente capacidad para hacerlo. Países como Japón y Filipinas, frente a un chino asertivo acercándose al disputado territorio, están naturalmente preocupados. En teoría, las circunstancias son tan diferentes que aliados asiáticos de las Américas deberían no tener una causa de preocupación. A diferencia de la oposición de Siria y Ucrania, los japoneses y los filipinos tienen tratados de seguridad mutua con Estados Unidos.
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