Bagehot : swedish lovers
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ArtículoDescripción: pp.59Tema(s):
En: The Economist - Vol.406 No.8827Resumen: Resumen: La política sueca es como un gentil desacuerdo entre amigos. Nada repele los votantes suecos como políticos agresivos. No es sorprendente que muchos políticos británicos miren con nostalgia a Suecia. Su proceso de reforma se desató, en la década de 1990, por una crisis financiera y deuda; Gran Bretaña está sufriendo de manera similar. Estos criadores británicos suecos, de izquierda y derecha, sobre todo ven solamente lo que quieren. Políticos británicos están demasiado ocupados discutiendo unos con otros para concentrarte en Suecia por mucho tiempo. También concluyen que los dos países son demasiado diferentes para Gran Bretaña. Pero esto es un error en un sentido importante. Políticos británicos tendrán que recoger más que la política impar de Suecia gubernamentales mezcla heterogénea. Deben aprender el sueco hábito de colaboración y el espíritu de pragmatismo que lo informa.
Resumen: La política sueca es como un gentil desacuerdo entre amigos. Nada repele los votantes suecos como políticos agresivos. No es sorprendente que muchos políticos británicos miren con nostalgia a Suecia. Su proceso de reforma se desató, en la década de 1990, por una crisis financiera y deuda; Gran Bretaña está sufriendo de manera similar. Estos criadores británicos suecos, de izquierda y derecha, sobre todo ven solamente lo que quieren. Políticos británicos están demasiado ocupados discutiendo unos con otros para concentrarte en Suecia por mucho tiempo. También concluyen que los dos países son demasiado diferentes para Gran Bretaña. Pero esto es un error en un sentido importante. Políticos británicos tendrán que recoger más que la política impar de Suecia gubernamentales mezcla heterogénea. Deben aprender el sueco hábito de colaboración y el espíritu de pragmatismo que lo informa.
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