Resumen: Seguido a la reestructuración de la electricidad del mercado, aproximadamente la mitad de todos los reactores de energía nuclear comerciales de Estados Unidos fueron vendidos por servicios públicos regulados por el precio a los productores independientes de energía. En el momento de las ventas, algunos políticos expresaron su preocupación, porque estás corporaciones ignorarían la seguridad. Otros decían que las ventas traerían gestión mejorada del reactor, con efectos positivos en la seguridad. Utilizando datos sobre diversas medidas de seguridad y una estrategia con diferentes estimaciones, se encuentra que la seguridad mejoró después de las transferencias de propiedad y la eliminación de las regulaciones de precio. Generando aumentó, y esto parece no haber llegado a costa de la seguridad pública.