Resumen: A primera vista, China, que es conocida por las empresas estatales grandes, a menudo ineficaces, podría parecer una fuente poco probable del pensamiento de la nueva administración. Sin embargo, las empresas chinas tienen mucho que enseñar al mundo sobre los negocios de hoy, capacidad de respuesta, improvisación, flexibilidad y velocidad para hacer frente a su entorno competitivo, los chinos han desarrollado esas capacidades aprendiendo a construir todo desde el personal calificado, proveedores hasta las fuentes de capital desde cero. Logran evitar las organizaciones matrices de estilo occidental, plano, favoreciendo estructuras sueltas que les permitan saltar sobre nuevas oportunidades y expandirse rápidamente. Se despliegan nuevos productos constantemente y localizan las ofertas, también son expertos en estrategias de mercado, particularmente manejando la política local y las relaciones con el estado. De hecho, las empresas en China pueden muy bien ser la vanguardia de una época en que la capacidad de adaptarse rápidamente, navegar en distintos ambientes y usar el talento probado genera una ventaja competitiva global.