Resumen: Este artículo examina las maneras en que la Revolución Cubana configuró las cambiantes políticas de la izquierda en los Estados Unidos. Utilizando estrategias críticas del transnacionalismo, ilustra cómo se estableció un diálogo entre activistas norteamericanos y creadores culturales cubanos, revela cómo el discurso revolucionario cubano moduló el cambio radical alrededor del nacionalismo del Tercer Mundo. Mientras que el momento global post-Bandung trajo consigo una red de nuevas afiliaciones políticas y culturales, el aparato estatal cubano invirtió en la creación y diseminación de las políticas tricontinentales en todo el mundo. Este imaginario político y moral alternativo le dio autoridad al estatus de la Habana como líder del Tercer Mundo y atrajo atención global al modelo revolucionario cubano en el nuevo pensamiento sobre la identidad y la cultura postcolonial. Este nuevo pensamiento embebió a la izquierda humanista estadounidense que desafió a su vez los límites establecidos de raza, clase y nación. La naturaleza dialéctica del discurso político cubano y del activismo social en los Estados Unidos cambió las exigencias cubanas mientras que sedujo a los disidentes norteamericanos a que experimentaran la excepción en el hemisferio occidental que luchaba por un bien moral superior.