La divergencia radica entre las concepciones marxista y burguesa de los derechos humanos está ligada, ante todo con diferentes nociones sobre su esencia y sus raíces históricas. Los ideólogos burgueses parten de la intelección idealista e los derechos del hombre, los cuales le son supuestamente inherentes a éste como ser biólogo en virtud del propio hecho de nacer. Al negar la naturaleza social de estos derechos, tratan de presentarlos como cierta substancia presuntamente independiente de la esencia social y política del régimen social y del Estado; y los deberes como algo ajeno al individuo e impuesto por la sociedad.