A medida que crecen el prestigio y la influencia de la comunidad socialista y se fortalecen sus posiciones en la arena internacional, los ideólogos del anticomunismo atacan con encono cada vez mayor a la teoría y la práctica del socialismo mundial. Los imperialistas y sus cómplices despliegan sistemáticamente campañas hostiles contra los países socialistas. Difaman y tergiversan todo lo que sucede en estos países. Para ellos lo más importante es que la gente vuelva la espalda al socialismo. Uno de los objetivos de tales ataques es la integración económica socialista.