El triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre y la plasmación de la política nacional leninista produjeron cardinales transformaciones sociales, económicas, culturales y de vida en el país ruso. Se terminó con la propiedad privada sobre los medios de producción con los privilegios socioclasistas, se superaron la estrechez y el aislamiento cultural de algunas capas de la población. La industrialización del país y el crecimiento de las grandes ciudades, la colectivización de la agricultura, la solución del problema nacional, así como la edificación estatal-nacional y la formación, el 30 de diciembre de 1922, de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas sumados a la constante ayuda fraternal que prestara el pueblo ruso, el más numeroso del país y el crecimiento de grandes ciudades, la colectivización de la agricultura, la solución del problema nacional, así como la edificación estatal-nacional y la formación.