Lenin puso en primer plano la tarea de organizar la gestión de la producción nada más triunfar la Gran Revolución Socialista de Octubre, subrayando que el problema del desarrollo y del continuo perfeccionamiento de las formas socialistas de organización de la vida material y espiritual de la sociedad se erigía en el fundamental tan pronto como el poder político pasaba a manos de los trabajadores. Partiendo de los principios leninistas de gestión y desarrollándolos con sentido creador de acuerdo con las nuevas condiciones, el Estado de los Soviets, dirigido por al Partido Comunista, ha resuelto a largo de toda su historia complejos problemas de organización de la gestión de la economía planificada del país, en proceso de incesante crecimiento.