Resumen: "El impuesto de consumo no tiene oportunidad de retroceder". Así que escribió un economista estadounidense en diciembre en lo que ha sido uno de los cánones de la política japonesa durante la pasado década, que pocos políticos son valientes o suficientemente imprudentes al riesgo de aumento de impuestos más polémicos. Sorprendentemente, el alivio de algunos y disgusto de otros, el 15 de junio primer ministro Yoshihiko Nodas del partido democrático de Japón (PDJ), aunque en guerra consigo mismo, acordó con los principales partidos de oposición para elevar el impuesto de ventas del 5% a 8% de abril de 2014 y a 10 de octubre de 2015. La única salvedad (indefinida) es que la economía es lo suficientemente fuerte como para soportar el aumento.