Resumen: En 1994 el Congreso peruano aprobó una ley que permitía realizar referendos contra alcaldes. Sus partidarios sin duda pensaban que esto sería una forma de frenar la corrupción, sin embargo este instrumento se está utilizando ahora por una coalición turbia para intentar expulsar a Susana Villarán, alcaldesa de Lima, aparentemente porque ella ha intentado aplicar la ley. Villarán, izquierdista moderada, católica, fue inesperadamente, elegida para el trabajo hace sólo dos años. Ella no ha demostrado ser una alcaldesa excepcional, su partido es pequeño y no ha tenido mucha experiencia de administrar una organización grande. Es honesta y lentamente ha procedido a imponer orden en una de las capitales más caóticas de América Latina.