Resumen: Moneda de Turquía, la lira, había caído 13% frente al dólar en las seis semanas anteriores, una de las peores bajas de una amplia venta de activos de mercados emergentes. Los precios fueron subiendo (por 7,4% durante el año hasta diciembre) y sin embargo la presión política para suprimir las tasas de interés se mantuvieron firmes. El banco central drásticamente había simplificado y endureció la política monetaria, levantando lo que de ahora en adelante seria su tasa clave de 4,5% a 10%. Los turcos no estaban solos. En India el banco central también sorprendió personas aumentando las tasas (aunque sea por un extremo menos 0,25 puntos porcentuales) por tercera vez en cinco meses. Las autoridades monetarias del sur de África seguidas de la elevación de las tasas de 0,5 puntos. Estas tres economías, junto a Brasil e Indonesia, pertenecen a las cinco economías más débiles.