Resumen: Un desafío importante para la eficacia de la justicia penal internacional en la gobernanza global es la visión que la persecución de los líderes políticos que siguen en el poder crea un desincentivo a la paz y así prolonga las atrocidades. Mientras algunos procesos judiciales suelen ser ajenos a estas complejidades, los políticos realistas han podido demostrar que los tribunales son de hecho un obstáculo para la paz y la estabilidad. El impacto de la Corte Penal Internacional en tres situaciones recientes en África sugiere que la intervención judicial es más probable y que es preferible evitar las atrocidades que impiden la paz, aunque no se puedan ejecutar órdenes de aprehensión.

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