Los países miembros del CAME iniciaron la década de los años 80 con un gran potencial de producción y científico-técnico, que se caracteriza por sus considerables volúmenes absolutos de producción y el elevado dinamismo de muchos índices. Como se manifestó en la Conferencia Económica Cumbre de los Países Miembros del CAME (junio de 1984), en los años 70 los estados de la comunidad socialista, consolidaron sustancialmente su potencial económico y científico-técnico, realizaron grandes programas sociales, aseguraron el crecimiento estable del bienestar popular, el desarrollo sucesivo de la ciencia, la educación, de la cultura, de la salud pública y de la seguridad social.