La coalición antihitleriana que se constituyó en los años de la Segunda Guerra Mundial, gracias a los esfuerzos de los pueblos amantes de la libertad, fue un arma eficaz en la lucha contra el bloque fascista. La Unión Soviética desempeñó un importantísimo papel en su creación y fue su eslabón central hasta el término mismo de la guerra, lo cual fue determinado, ante todo, por el aporte decisivo del país a la lucha armada contra el bloque militar fascista. La coalición se diferenciaba de las alianzas político-militares de épocas anteriores, porque unía a Estados de diferente régimen social.