¿Y después de la guerra qué?

Por: Tipo de material: ArtículoIdioma: Español Detalles de publicación: Bogotá :Descripción: pp. 16-21Tema(s): En: Política & Administración - No.26 (nov. 2014)Resumen: Son varios los retos a los que se enfrenta la institucionalidad colombiana tan pronto se produzca la firma de un acuerdo que elimine el conflicto armado, lo que en su momento fue llamado la combinación de todas las formas de lucha y que le abrió la puerta al uso de las armas para la toma del poder, fue perdiendo con los años su poca legitimidad y hoy parece haber una nueva oportunidad de por lo menos eliminar esa connotación de conflicto armado sobre la que se ha arropado gran parte de la violencia en Colombia. La búsqueda de una salida negociada se aparece por fin como una opción viable, más si se tienen bien aprendidas las lecciones de los fracasos pasados y acertadamente se decide negociar sin bajar la guardia declarando un cese al fuego, sin ceder un centímetro del territorio para entablar diálogos y con una agenda clara y delimitada. La violencia tardará en desaparecer y quienes se lucran del negocio de la droga y de la guerra estarán ahí para seguir haciendo daño por algún tiempo, sin embargo y muy a pesar del conflicto, las expectativas para Colombia vienen siendo positivas por lo que es de esperar que sin la existencia de un conflicto interno, el camino a la prosperidad queda más despejado. Ese lastre histórico que representa el tener ejércitos irregulares es un factor que incide en el potencial de crecimiento y desarrollo.
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Son varios los retos a los que se enfrenta la institucionalidad colombiana tan pronto se produzca la firma de un acuerdo que elimine el conflicto armado, lo que en su momento fue llamado la combinación de todas las formas de lucha y que le abrió la puerta al uso de las armas para la toma del poder, fue perdiendo con los años su poca legitimidad y hoy parece haber una nueva oportunidad de por lo menos eliminar esa connotación de conflicto armado sobre la que se ha arropado gran parte de la violencia en Colombia. La búsqueda de una salida negociada se aparece por fin como una opción viable, más si se tienen bien aprendidas las lecciones de los fracasos pasados y acertadamente se decide negociar sin bajar la guardia declarando un cese al fuego, sin ceder un centímetro del territorio para entablar diálogos y con una agenda clara y delimitada. La violencia tardará en desaparecer y quienes se lucran del negocio de la droga y de la guerra estarán ahí para seguir haciendo daño por algún tiempo, sin embargo y muy a pesar del conflicto, las expectativas para Colombia vienen siendo positivas por lo que es de esperar que sin la existencia de un conflicto interno, el camino a la prosperidad queda más despejado. Ese lastre histórico que representa el tener ejércitos irregulares es un factor que incide en el potencial de crecimiento y desarrollo.

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