El desarrollo sostenible comprende unas medidas ordenadas específicas en el medio ambiente, encaminadas a asegurar los bienes naturales para colectividades futuras, pero asimismo ha sido la imagen y la argumentación de las economías contemporáneas para soslayar su crecimiento irreversible, crecimiento del imaginario del capital como principal fuente obtención para comprar u obtener un bienestar predominante. Sin embargo, alrededor de este crecimiento una amplia esfera de investigaciones está cuestionando cada vez más este tipo de desarrollo, y se preguntan: ¿En realidad el hombre en su carrera por obtener más capital está encontrando su tan anhelada felicidad? En este ensayo se exponen algunas ideas que comprenden un distanciamiento real sobre lo que relacionan como calidad de vida y crecimiento económico; y a su vez la producción o el trabajo de algunas alternativas que se están gestando alrededor del posdesarrollo o economía alternativa, en localidades que insisten en un desarrollo global pensado desde lo local. No se debe caer en el error de un replanteamiento del desarrollo, ni debe aparecer como una empresa paternalista y universalista que podría asimilarse a una nueva forma de colonización de los imaginarios colectivos; este riesgo es tan peligroso como la misma colonización del imaginario permanente.